Paleorama en AR&PA

Manuel Luque, arqueólogo y codirector de Paleorama sl, participará el sábado 14 de noviembre en el congreso de la VII Bienal internacional de la Restauración y Gestión del Patrimonio, AR&PA 2010. Luque explicará las observaciones y expondra algunas soluciones, fruto de la experiencia de Paleorama SL en la gestión de recursos relacionados con el patrimonio arqueológico por espacio de más de 17 años, centrándose fundamentalmente en Atapuerca y Arqueopinto.

Claves para la rentabilidad y gestión sostenible de productos patrimoniales relacionados con la arqueología. Atapuerca (Burgos) y Arqueopinto (Madrid).

Resumen

Desde hace varios años el patrimonio arqueológico se ha convertido en una de las asignaturas pendientes para muchas administraciones que, conscientes de una situación social y cultural locales (y en ocasiones también económica) en proceso de estancamiento, necesitan adoptar nuevas medidas que mejoren el rumbo de su devenir. Esto es así especialmente desde que empezara a correr el rumor de que todo resto arqueológico, independientemente de su repercusión social, podía ser rentabilizado y más aún, generar un programa sostenible para la población local y el entorno. En base a esta particular forma de percibir el patrimonio, algunas administraciones se han lanzado a una carrera frenética cuyo único objetivo ha sido y es, montar centros de interpretación, museos, rutas o exposiciones quizá sin demasiado criterio.

En este sentido, resulta alarmante comprobar la diferencia abismal que separa la puesta en valor del patrimonio arqueológico, fruto de la actitud comprometida de una sociedad que percibe su pasado como una herencia que debe conservar y transmitir, frente a la puesta en valor del patrimonio arqueológico como resultado de criterios políticos y coyunturales, que a la larga, sólo favorecen la percepción del patrimonio como un producto de consumo más.

Estamos convencidos que en primer lugar, hace falta una intensa labor de educación como primer objetivo a largo plazo, o dicho de otra forma, preocupémonos antes de educar que de montar grandes símbolos corporativos.

Llegado este punto, destacamos algunos aspectos que desarrollaremos en la comunicación:

(1) Educación para el futuro, invertir en futuro. Los niños de hoy, por ejemplo, son los futuros visitantes de los centros, museos, yacimientos y monumentos relacionados con el patrimonio arqueológico en los que las administraciones invierten actualmente grandes cantidades de dinero. Si nos preguntamos cual será en el futuro su actitud hacia ese legado “que se construye hoy”, probablemente no tengamos clara la respuesta, y sin embargo deberíamos, ya que “ahora” les estamos educando para ese futuro. Una población educada en la cultura constituye sin duda la mayor y mejor aliada del Patrimonio. La apuesta ha de ser por tanto a largo plazo y social. Esta reflexión debería formar parte del marco estratégico de muchas iniciativas relacionadas con la dinamización del patrimonio.

2-Desarrollo local sostenible y patrimonio arqueológico es ante todo una frase que no debe faltar en un proyecto global, pero para que funcione necesita (1) tiempo, (2) compromiso, (3) Inversión,  (4) planificación. Sólo los resultados generan valor añadido.

3-En la dinamización del patrimonio arqueológico, el rigor científico de la información es tan importante como la calidad de su adaptación por profesionales en didáctica e interpretación (cada público tiene sus propias necesidades de comunicativas). Profesionalización del sector. La gestión del patrimonio debe garantizar, además, la conservación del bien.

4-Un buen programa de gestión no se consigue desde el romanticismo o la intuición, se impone una gestión profesional integrada plenamente en los avatares del mundo empresarial y de carácter multidisciplinar. Lejos de privatizar el Patrimonio, estamos convencidos que su futuro está en manos de las pequeñas empresas y de la gestión privada, eso sí, bajo la atenta mirada de la administración.

5-La innovación como necesidad para generar una oferta que satisfaga las necesidades de un público cada más exigente: “el público quiere una experiencia”. Se continua aplicando el concepto tradicional de “venta”, a través del cual se intenta seducir al público para que adquiera un producto o consuma un servicio, previamente definidos, sin tener en cuenta sus necesidades. Es fundamental, además, explotar la autenticidad, singularidad y personalidad del patrimonio arqueológico como fortaleza distintiva frente a otros sectores altamente competitivos.