Marina Lavado
¿Y TÚ QUÉ PINTAS EN PINTO?
Hoy entrevistamos a Marina Lavado Tejada, incorporada al equipo de Paleorama para actividades de dinamización en Castilla y León.
¿Por qué estudiaste arqueología?
Desde bien pequeña siempre he sido muy curiosa y aunque desde los quince años tenía muy claro que estudiaría Historia, no fue hasta el verano de tercero y cuarto de carrera cuando tuve la suerte de participar en un Campo de Trabajo Internacional en el yacimiento de La Mota (Alcalá la Real, Jaén). Ese fue mi primer contacto con la arqueología y ya no quise desligarme nunca más de ella.
¿Qué período de la historia es el que te atrae más?
Antes de cursar mi carrera, siempre me interesaba por la cultura egipcia y romana, aunque cuando conocí el mundo de la Prehistoria me pareció tan maravilloso que acabó convirtiéndose en mi periodo histórico favorito. No sabría explicar exactamente por qué, fue amor a primera vista, pero quizás fue por la cantidad de sorpresas e incógnitas que nos ofrece. ¿Cómo eran, cómo se comportaban, cómo vivían, qué sentimientos tenían, cómo se comunicaban? Y un sinfín de preguntas que reflejándolas en tu presente hacen que te sientas más humano que nunca.
¿Cómo ha sido tu formación y en qué ámbitos has trabajado?
Mi formación se remite a la carrera de Historia y Patrimonio en la Universidad de Extremadura, y el Máster de Arqueología en la Universidad de Sevilla, donde opté por la rama del patrimonio. Aunque mi época histórica por excelencia sea la Prehistoria, no he dejado de interesarme por las demás. Por eso mismo, he participado en algunas campañas de excavación en yacimientos romanos como Italica y Baelo Claudia y en Madinat Albalat.
Ahora que has trabajado en PALEORAMA S.L., una empresa dedicada a la didáctica, ¿ha sido algo nuevo para ti?
Sin duda, ha sido uno de los mejores descubrimientos en mi corta carrera laboral. Mi pasión siempre ha estado volcada en el trabajo de campo hasta que llegué a Burgos y me introduje en el mundo de la didáctica. La oportunidad de trabajar en PALEORAMA S.L. me ha aportado más conocimientos de los que me pude imaginar en un primer momento, sobre todo trabajar con niños de todas las edades. Lo más novedoso ha sido darme cuenta de que un niño de tres años puede aprender lo mismo que uno de diez si sabemos cómo hacerlo y eso es lo que mejor me han enseñado.
¿Por qué es tan importante para ti esta faceta didáctica?
Conforme he ido creciendo me he dado cuenta que vivimos en un mundo rodeado de tecnología, que la mayoría de las veces no sabemos utilizar a nuestro favor. El ser humano ha cambiado mucho desde que nos erguimos y creo que es esencial que todos sepamos como éramos antes de nacer conectados a los teléfonos. La didáctica es una de las mejores herramientas para evadirnos del mundo actual y absorber conocimientos de los que ya no nos desprendamos nunca más. Me atrevo a decir que estamos en la obligación de saber quiénes somos y quienes hemos sido, porque quienes seremos lo descubriremos poco a poco.
En PALEORAMA tienes la oportunidad de conectar dos de tus pasiones, arqueología y didáctica. ¿Dónde está el secreto para que ambas vayan de la mano?
Para aprender tenemos que descubrir, y una de las llaves para descubrir los secretos de la historia la tiene la Arqueología.
Después de tus diferentes experiencias profesionales y en tu situación actual, ¿qué es para ti hoy ser arqueóloga?
Ser arqueóloga es mi modo de vida y una manera de expresar como soy. La persona que trabaje conmigo en una excavación puede llegar a conocerme perfectamente. Me siento afortunada de llegar a cumplir mi sueño y más aún cuando sé que mi profesión va a darme muchas cosas buenas.
¿Cuál es tu objetivo profesional?
No querría separar caminos entre la arqueología y la didáctica. Aunque actualmente tenga que compaginar mi profesión con otro trabajo, mi objetivo es dedicarme plenamente a la enseñanza y a la arqueología. Estoy segura que lo conseguiré.
¿Qué te hace diferente? ¿Qué te identifica?
No me considero una persona muy diferente a los demás, aunque si tengo que destacar algo de mí sería las ganas de aprender día a día y la ilusión con la que lo hago.
¿Qué te ha aportado trabajar con nosotros?
He aprendido que no sólo hay que enseñar sino cómo hacerlo, que es lo más importante en este trabajo. Y lo mejor de todo es que esas cosas puedo guardarlas en mi memoria para siempre.
